Por: Patricia Schild
- Sé tú misma/o siempre. Confía en ti, en tus conocimientos.
- Fluye con el conocimiento, imagínalo como río que no puede estancarse, encapsularse o detenerse.
- Entiende que hay otros ríos o riachuelos más o menos caudalosos que el tuyo, pero todos van al mar, todos cumplen su función igualmente generosa e importante y todos van al gran universo del conocimiento.
- Es valeroso tener la humildad de reconocer que no sólo tu río alimenta al mar, hay muchos otros que también lo hacen.
- Tu experiencia corporal puede ser serena o apasionada, no hay reglas absolutas, depende de qué temas estás abordando y qué público tienes en frente.
- Tus manos, tu mirada, tu vos siempre expresarán lo que sientes. El cuerpo no miente y eso es maravilloso, por eso vuelvo a lo primero: sé tú misma/a, el auditorio lo agradecerá y no se aburrirá.
- Siente que tu experiencia puede ayudar a muchos/as otros/as a crecer, y su experiencia a la vez te enriquecerá a ti, por eso cada que puedas interactúa con el público sin miedos y sin pretensiones.
- Si algo no sale como lo esperabas o lo habías planeado, o si algo en la logística de las cosas, al parecer falla; no lo tomes como un fracaso o error, asúmelo como un mayor aprendizaje, como un activo más con que contar.
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