sábado, 23 de julio de 2011

¿Que tienen en común “La rana hervida”, los modelos mentales y el maltrato?

“Si ponemos una rana en agua hirviendo, inmediatamente intenta salir. Pero si la ponemos en agua a temperatura ambiente, digamos 21 grados, la rana no hace nada e incluso parece pasarlo bien. A medida que la temperatura aumenta, la rana está cada vez más aturdida y finalmente muere a pesar de que nada le impide salir del agua.¿ Por qué? Porque su aparato interno para detectar amenazas a la supervivencia está  preparado para cambios repentinos en su medio pero no para cambios lentos y graduales”.

Este texto de Peter Senge (“La quinta disciplina”, Ediciones Granica, Buenos Aires), se usa frecuentemente para ilustrar los modelos mentales empresariales a través de la aplicación del pensamiento sistémico, pero hoy nos será de mucha utilidad para explicar el fenómeno del maltrato que puede empezar de manera sutil y concluir de manera bestial.

Vemos el mundo conforme somos nosotros/as no como el mundo realmente es.  Los modelos mentales o mapas mentales son lentes, filtros o paradigmas a través de los cuales percibimos el entorno, por eso solo vemos fragmentos de ”realidad” y es lo que explica que varias o muchas personas perciban de manera diferente un mismo que acontecimiento que presencien de manera conjunta.

Estamos preparados  para reconocer y reaccionar frente a cambios repentinos, rápidos, pero no ante los lentos y graduales que tomamos como “naturales”.

Por ejemplo, ante el proceso de envejecimiento, las personas que dejan de verse por un amplio espacio de tiempo notan el cambio que se ha generado en sus fisonomías, pero no perciben fácilmente el propio que ha sido gradual, lento.

Una conclusión podría  ser que generalmente sólo vemos fotos instantáneas, no la película entera, ni su preproducción ni su postproducción, y por eso nuestro conocimiento está siempre fragmentado, parcializado y mejor aún, parcelado, como si hubiéramos cortado rebanadas de un queso.

De la misma manera pasa con el maltrato, empiezas a aceptar que te subvaloren, que se burlen de ti, que te bajen la autoestima, luego permites gritos, insultos, de aquí a los empujones y a los golpes sólo hay un paso y de aquí a lo peor, no hay un abismo, hay  también un leve paso.

Es curioso, pero de los pequeños y lentos procesos de maltrato, no nos percatamos o los pasamos por alto, sin embargo ellos son una verdadera amenaza, se asemejan a un cáncer que comienza de una manera sutil para luego despertar como un monstruo de muchos tentáculos.

¿Qué podemos hacer para desenmascarar y evitar estos ciclos de maltrato y violencia?

Creo que la respuesta está dentro de nosotros/as mismos: en nuestro cerebro.


El Doctor Rodolfo LLinas, pionero de la neurociencia tiene una definición  fantástica para el cerebro y en la cual encuentro una esperanza, es la siguiente: 

«El cerebro es una entidad muy diferente de las del resto del universo. Es una forma diferente de expresar todo. La actividad cerebral es una metáfora para todo lo demás. Somos básicamente máquinas de soñar que construyen modelos virtuales del mundo real».

En este universo de modelos virtuales, uno de nuestros mayores retos es  crear y construir conjuntamente modelos más armónicos de convivencia para asegurar nuestra supervivencia en este maravilloso cosmos y para que nuestras “máquinas de soñar” nos conviertan en pioneros/as de la  decodificación de la violencia y nos hagan cada vez más  felices y solidarios/as.

En próximas publicaciones ampliaré este tema, que sé será de mucha utilidad para muchas personas que sufren el flagelo del maltrato de manera activa o pasiva, pues la violencia tiene múltiples formas manifiestas u ocultas, que se entrelazan e interconectan en una compleja urdimbre que es preciso deshilar para poder descifrarlas e identificarlas.

Este articulo ha sido publicado también en la página Estudios de Género en América Latina





2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. **Estos son algunos de los comentarios recibidos por correo electrónico y redes sociales:

    Diana Duque Muñoz www.antropologiadegenero.com

    Muchas gracias por darle difusión al artículo y espero que su mensaje llegue
    a muchas personas que lo estén necesitando y sirva como una luz que ayude
    a vislumbrar la oscuridad en la que hemos vivido frente a tantas formas de
    maltrato.
    Como voy a continuar escribiendo sobre este tema, lo que sólo puedo hacer en
    mis pocos ratos libres, espero contar con tu valiosa opinión y aportes.
    Un abrazo y muchos éxitos! Patricia Schild

    Margarita Rosa Trujillo Turizo 25 de julio de 2011 09:18

    Excelente!!!! Escríbelo para incluirlo en la pag web de Secre Mujeres. Un
    abrazo, MRT.


    Edith C Lopez Loaiza     25 de julio a las 23:38

    He leído tu artículo en EXITO JURIDICO sobre el MALTRATO, planteamientos
    muy inquietantes que esperan cumplas la promesa de ampliarlos y que se
    puedan hacer llegar a muchas mujeres, en especial aquellas que sabemos tan
    ajenas a la tecnología y por ello mega-vulnerables a este flagelo de "dulce"
    trayectoria en toda la vida hasta la muerte...Un saludo

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